“Ella había visto que yo no había podido comprar todos los útiles y que tenía que pedir dinero prestado para poder terminar de comprarlos. Pensó que así podía ayudarme a mí con menos gastos para ella; no lo hizo con una maldad o decir ‘yo quiero robar porque me gusta robar’".

Esas sentidas expresiones le pertenecen a Natalia Catilla, la madre de la niña que sustrajo unos pocos útiles escolares de una librería céntrica de General Pico en La Pampa. El caso generó un debate a nivel nacional, por los alcances y los efectos de la crisis que se vive. 

La mujer narró durante el programa de Tomás Méndez, Arrancamos, de lo que sucedió el pasado lunes.

“La verdad que este es el primer año que me costó poder comprar todas las cosas. El año anterior he podido comprar todo. No lujos pero le he podido comprar cada cosa a cada nena para que pudieran empezar bien las clases; así fuera la ropa, zapatillas, todo les había podido comprar antes”.

“Pero este año me costó mucho más el tema de poder vestirlas, calzarlas: No simplemente era tener que comprarle sus útiles”, expresó. En ese sentido, remarcó que esto se debe a la dura situación económica que atraviesa el país: “cada vez las cosas están más caras y cada vez aumenta todo”, aseguró.  

Finalmente, la madre de la niña buscó dejar un mensaje de cómo realmente es su hija y cuál fue el motivo por el que se produjo el hecho. “Es una nena de 13 años que no tiene maldad para nada, que jamás me trajo problemas y que no es una delincuente. Lo hizo porque pensó que me iba a ayudar, porque lo necesitaba y creo que no merece ir presa”, señaló.

“No lo justifico, porque está mal y yo siempre le decía que robar está mal, es preferible pedir y no robar”, concluyó, buscando desarticular el discurso de muchas personas en las redes sociales, que pedían cárcel y castigo para su hija, una jovencita de 13 años que pensó erróneamente que de ese modo estaría aliviándole la carga a su mamá.