El protocolo anti piquetes derivó en incidentes y represión en las afueras del Congreso
Del operativo participaron decenas de uniformados pertenecientes a Gendarmería, Prefectura Naval y Policía Federal. El dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, entre los heridos.
Pasadas las 18 de este miércoles se vivieron momentos de tensión y de represión por parte de distintas fuerzas federales contra los manifestantes que se reunieron frente al Congreso de la Nación para protestar contra la Ley Ómnibus.
El forcejeo y los incidentes se dieron luego de que las fuerzas de seguridad intentaran hacer cumplir el protocolo anti piquetes.
En medio de una jornada de tensión frente al parlamento, donde la Cámara de Diputados se encuentra debatiendo el proyecto que impulsa el oficialismo, manifestantes del Partido Obrero, el PTS, el MST y el Frente de Izquierda bajaron de la plaza y ocuparon algunos carriles de las Avenidas Entre Ríos y de Av. Rivadavia.
En respuesta, sectores de infantería de la Policía Federal y de Gendarmería formaron una fila para impedir que se cortara el tránsito, que estuvo detenido unos minutos mientras las fuerzas de seguridad avanzaban sobre las agrupaciones sociales que protestaban.
Cerca de las 18 se logró liberar un carril de la Av. Rivadavia, pero luego el transito volvió a interrumpirse. Luego, la policía arrojó gas pimienta sobre los manifestantes, lo que incrementó la tensión en el lugar. Dentro del grupo de personas que protestaban se encontraba la legisladora del Frente de Izquierda, Celeste Fierro.
Más tarde, arribó al lugar una columna de Prefectura Naval Argentina equipados con escudos y cascos, lo que aumentó el nerviosismo entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
Fue entonces cuando se vio al líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, caer al piso y perder el conocimiento al menos por unos momentos.
Hubo forcejeos en el intento de alejar a los manifestantes y forzarlos a llevarlos a la vereda. Se vio a los uniformados tirar gas pimienta y a la Federal accionar el camión hidrante.
El Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich había ultimado detalles para la activación del protocolo antipiquetes, motivo por el cual desplegó un megaoperativo de seguridad que incluyó a decenas de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad, incluidos camiones hidrantes.