La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por el opositor Partido Republicano, aprobó anoche abrir juicio político al secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, por el manejo de la crisis migratoria en la frontera con México.

La decisión representa un fuerte golpe para el presidente Joe Biden justo en un año electoral clave en el que buscará conservar la Casa Blanca y en el que la seguridad fronteriza y la inmigración son dos de los temas que más preocupan a los votantes.

Es la primera vez en 150 años que la Cámara baja del Congreso de Estados Unidos vota una acusación de juicio político a un alto cargo de un gabinete, algo que sólo ocurrió en 1876 el secretario de Guerra William Belknap. 

El caso pasa ahora al Senado, que es la cámara que deberá decidir si el funcionario acusado es condenado y por lo tanto destituido, pero el escenario se presenta improbable porque está controlada, aunque de manera ajustada, por el Partido Demócrata.

Los republicanos, que tienen una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes, acusaron formalmente a Mayorkas de no hacer cumplir la ley de inmigración y de haber "violado la confianza pública".

Fue el segundo golpe de los republicanos en su intento de abrir juicio político a Mayorkas después de un estrepitoso fracaso la semana pasada por no haber calculado bien cuántos congresistas habría en el hemiciclo. 

La votación de anoche fue muy reñida, pero la balanza se inclinó a favor de la inculpación gracias al regreso del líder de la mayoría republicana en esta cámara, Steve Scalise, tras recibir un tratamiento contra el cáncer. Se adoptó por un voto de diferencia: 214 contra 213. 

El núcleo más conservador de la Cámara actúa al compás del dictado del expresidente Donald Trump, el favorito para la nominación republicana para los comicios de noviembre, que amenaza con una deportación masiva de migrantes si regresa a la Casa Blanca.