Hace sólo un mes, el presidente Javier Milei desató un escándalo al decir que la demora en el tratamiento de las leyes en el Congreso obedecían a que los diputados buscaban negociar sus votos a cambio de coimas. La versión generó un terremoto, dado que el propio Milei había sido diputado hasta el 9 de diciembre último.

Sin embargo ahora, parece que el panorama ya no sería tan así, y la versión no es sostenida ni siquiera por el presidente de su bancada en la Cámara Baja. 

Justamente sobre esta cuestión es que Tomás Méndez, conductor de Arrancamos por Canal Extra TV, entrevistó a Oscar Zago, diputado nacional de La Libertad Avanza y presidente de ese bloque. El periodista le consultó sin rodeos si es que realmente existe alguien informando al presidente que hay circulación de dinero "corriendo en la Cámara de Diputados”.

“En eso no estoy de acuerdo… No creo que sea así”, respondió Oscar Zago para luego señalar: “Yo no vi ningún tipo de empresario así. Vinieron 200 organizaciones, donde había pequeñas y medianas industrias, donde vino la CGT, donde vino la CTA, organizaciones de distintos sectores, y pasaron todos por el Congreso”.

Contradiciendo a su jefe político, el presidente del bloque oficialista fue enfático: “De ninguna manera vimos que haya corrido plata”. En esa línea expresó: “Hemos atendido, no solo en el plenario sino en cada uno de los bloques, a distintos empresarios, a distintas cámaras, distintas empresas, que vinieron a plantear su preocupación. Así que con eso no puedo decir que vinieron acá a corromper o a comprar diputados”.

Sobre los dichos del diputado de La Libertad Avanza, Méndez volvió a insistir, consultándole si aquellas declaraciones del presidente Milei habían metido "mucho ruido”, al asegurar que había “corrupción y mucha guita dando vuelta”.

“No, el presidente siempre se refirió a actos que han pasado, la famosa Banelco, distintas cuestiones”, se desmarcó el diputado, en momentos en que su bancada necesita imperiosamente congraciarse con los bloques que le podrían dar los votos necesarios para aprobar el megadecreto y la ley ómnibus. Sobre eso, concluyó: “Se meten a veces palabras en el furor de la discusión donde quizás no son del momento”.