La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció este martes que se tomó la decisión de aislar a los presos de alto riesgo vinculados a la violencia narco existente en Rosario, luego de las nuevas amenazas de muerte que recibió el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, las que esta vez fueron extensivas a su familia.

"Hemos dispuesto medidas con presos de riesgo. Ayer di instrucción al subsecretario de política penitenciaria, para que aquellos que se considera prima facie por la justicia de Santa Fe, que están llevando la amenaza, van a entrar al programa de algo riesgo", sostuvo Bullrich. 

Puntualmente, y aunque Bullrich no lo mencionó, la información apunta al rosarino Francisco Ezequiel Riquelme (32), alias "Fran", sindicado como uno de los líderes de una banda de delincuentes asociada con el capo Esteban Alvarado.

X de Maximiliano Pullaro

Si bien ambos están actualmente en prisión (Riquelme en Marcos Paz y Alvarado en Ezeiza), las pesquisas santafecinas entienden que el hecho de que estén tras las rejas no anuló su operatividad.

Aunque no es la primera vez que ocurrió, el titular del Ejecutivo santafecino fue amenazado de muerte este lunes mediante una nota que le dejaron en una dependencia pública de Rosario. 

El propio Pullaro dio a conocer la noticia, aunque a diferencia de las ocasiones anteriores ahora el amedrentamiento fue extensivo hacia su familia, lo que lo obligó a tomar la decisión de aislarla de la provincia.

"Decidí sacar a mi familia un tiempo de Rosario hasta que esto se tranquilice. Estamos usando las herramientas para que estos tipos no sigan cometiendo actos violentos", dijo Pullaro.

"Decidí sacar a mi familia un tiempo de la ciudad de Rosario hasta que esto se tranquilice. Estamos usando todas las herramientas para que estos tipos no sigan cometiendo actos violentos", remarcó el mandatario provincial.

La escalada de amenazas tiene relación directa con que hace pocos días, en Santa Fe se les restituyó los pabellones de alto perfil (aislamiento) para jefes narcos y sicarios en la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero, así como también la prohibición del ingreso de familiares con alimentos.

Básicas y violentas

“Recibí una amenaza a mi familia. Igual vamos a seguir por este camino de pelear contra la delincuencia, vamos a seguir manteniendo a los presos de alto perfil en pabellones especiales, que es lo que más les molesta”, detalló el gobernador.

Para Pullaro, las organizaciones que operan en la ciudad “son muy básicas y violentas” y agregó: “Acá no se va a encontrar con el Chapo Guzmán y con ciertas empresas de lavado de activos”. “Los últimos 4 años no se controló la cárcel y cuando tomamos la decisión de volver a hacerlo, tuvo un impacto fuera, pero no será por un tiempo prolongado. Los narcos no tienen más poder que el Estado. Rosario se va a estabilizar”, afirmó el gobernador.