El presidente Javier Milei transitó hoy su primera jornada del viaje oficial que lleva adelante por Europa, en el cual visitará países como Israel, donde se encuentra ahora, Italia y Ciudad del Vaticano. Y lo hizo fiel a su estilo, con una agenda cargada de alto contenido mediático en la que se destacó la confirmación que le hizo al canciller Israel Katz, de mudar la embajada argentina a Jerusalén, luego lloró al visitar el Muro de los Lamentos y finalmente, en una entrevista con medios internacionales, reconoció que la dolarización no podrá concretarse durante 2024 porque “no dan los tiempos”, aunque se mostró seguro de que cumplirá con su más rutilante promesa de campaña.

Cueste lo que cueste

"No dan los tiempos. Si mantuviéramos el actual ritmo de saneamiento del Banco Central recién estaría limpio a finales de junio", sostuvo el jefe de Estado ante la consulta periodística sobre si ve inminente la posibilidad de dolarizar la economía argentina.

“La libre competencia de monedas es el paso final de un proceso que arranca con el saneamiento del Banco Central, para avanzar en la reforma del sistema financiero y luego liquidarlo”, dijo Milei.

En declaraciones al newsletter "Off The Record" en Cenital, Milei resaltó que la dolarización "en rigor, la libre competencia de monedas, es el paso final de un proceso que arranca con el saneamiento del Banco Central, para avanzar en la reforma del sistema financiero y luego al final se liquida. Esa reforma es crear una banca anti corridas, y una vez hecha esa reforma anti corridas, podés pasar a un sistema de banca libre".

El presidente también aseguró que la dolarización "no está en la agenda con el FMI". 

Además, Milei confirmó que quienes llevaron adelante ese proceso en Ecuador "me están pasando un informe porque consideran que la podríamos hacer ahora. Pero a eso lo veré a mi regreso del viaje".

Mudanza riesgosa

En su primera actividad oficial en Israel, el presidente Javier Milei visitó este martes el Muro de los Lamentos,donde fue recibido por el rabino Shmuel Rabinowitz.

Milei recorrió los Túneles del Kotel acompañado por su hermana, la secretaria general de la Presidencia Karina Milei, y por la canciller Diana Mondino, y participó luego de una ceremonia en memoria de los israelíes asesinados por Hamas el 7 de octubre de 2023.

Visiblemente emocionado, y luego de realizar una plegaria ante el muro, el jefe de Estado y el rabino se fundieron en un abrazo.

Más temprano, el Presidente había aterrizado en el aeropuerto internacional de Tel Aviv, donde al ser recibido por el canciller Israel Katz le ratificó otra de sus promesas de campaña: mudar la embajada argentina a Jerusalén occidental.

“Es un honor estar aquí. Estoy cumpliendo mi promesa de que el primer país que visitaría sería Israel y vengo a apoyar a Israel contra los terroristas de Hamas”, le dijo Milei a Katz. 

Incluso, el presidente afirmó que defendía el derecho a la “legítima defensa” del pueblo israelí.

El traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén es un tema por demás neurálgico en la política internacional, no sólo de Argentina sino de Medio Oriente en general. 

Jerusalén es la ciudad santa para los judíos, pero también para los musulmanes, e impulsar la mudanza de la embajada representa un reconocimiento implícito de los derechos de Israel sobre Jerusalén, que cuando se creó el estado judío en 1947 quedó bajo jurisdicción internacional.

Es más, hasta el mismísimo Donald Trump intentó hacer lo mismo con la embajada de los Estados Unidos, pero nunca lo llegó a concretar.

De hecho, los países que tienen relaciones diplomáticas con Israel tienen su sede en Tel Aviv, que es la capital administrativa del país, y no en Jerusalén.