El primer gran round político en la gestión de Javier Milei como presidente tiene día hora confirmado: su ministro del Interior, Guillermo Francos, citó a todos los gobernadores del país a una reunión de forma urgente con el líder libertario para el martes 19 por la mañana. 

Será, entonces, el primer “cara a cara” entre el flamante presidente y los jefes de Estado provinciales luego de que Luis Caputo, ministro de Economía, anunciara el paquete de medidas que derivaron en una devaluación de casi el 55 por ciento y en una escalada de precios que, sólo por ahora, proyecta una inflación en diciembre superior al 30 por ciento.

En un primer momento, Francos tenía previsto ir reuniéndose uno a uno con cada mandatario provincial, y en ese marco este jueves había iniciado las negociaciones con el representante de Córdoba, Martín Llaryora.

Sin embargo, Nación decidió acelerar el proceso y hacer una reunión conjunta en medio de la intranquilidad de varios gobernadores luego del rumbo que tomaron los anuncios de Caputo y que impactan de lleno en las cuentas provinciales.

Temario caliente

La principal preocupación entre los gobernadores es la caída de los fondos coparticipables, que se dará principalmente por dos motivos: la casi eliminación del impuesto a las Ganancias para los asalariados, resuelta por la gestión de Sergio Massa pero con la venia de las provincias, y la devolución del IVA a los alimentos que se pagan con tarjetas de débito; en las provincias preocupa también la eliminación de la obra pública financiada por el Estado Nacional.

Otro punto que será tema de debate el martes en la Casa Rosada es la reducción en las transferencias discrecionales a las provincias, hecho que ya derivó en la declaración de emergencia económica de Santiago del Estero y en el anuncio por parte de Claudio Poggi de que deberá pagar los sueldos desdoblados a los estatales de San Luis.

Quien también ya puso el “grito en el cielo” es quizás el más férreo opositor que hoy tiene la gestión de Javier Milei: el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, hizo un encendido discurso de asunción el lunes con críticas al presidente, anticipando el tenso vínculo que se espera entre la gestión nacional libertaria y la provincia más grande del país.

Será entonces un primer cruce para darle valor “institucional” a una gestión que cuenta con apenas un puñado de diputados a su favor, siete senadores y ningún gobernador; aunque sí tiene, y no es menor, el respaldo del 56% de los argentinos que lo votaron el 19 de noviembre y el espaldarazo de Mauricio Macri, Patricia Bullrich y buena parte de Juntos por el Cambio.