La Oficina del Presidente Electo confirmó este martes otro nombre que tendrá un rol fundamental para la economía que se viene. Se trata de Eduardo Rodríguez Chirillo quien desde el 10 de diciembre estará a cargo de la Secretaría de Energía de la Nación, cartera que figurará bajo la órbita del Ministerio de Infraestructura, al mando de Guillermo Ferraro, quien, además, tendrá bajo su tutela las secretarías de Transporte, Obras Públicas, Minería y Comunicaciones. 

Rodríguez Chirillo es abogado y desde hace 20 años está radicado en España, donde tiene una consultora que asesora, entre otros clientes, al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Rodríguez Chirillo es abogado y desde hace 20 años está radicado en España, donde tiene una consultora que asesora, entre otros clientes, al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Antes de eso, allá por los 90, trabajó para Carlos Menem en las privatizaciones de su primer gobierno; incluso fue asesor del Ministerio de Infraestructura y Vivienda en 2001.

Rodríguez Chirillo coloca a la energía como uno de los motores para el crecimiento económico y basa sus teorías en el cambio de la lógica de los subsidios.

¿Chau subsidios?

Quita gradual de los subsidios a las tarifas, menos impuestos para exportar hidrocarburos y subas de los combustibles en los surtidores. Esos son algunos de sus principales lineamientos, siempre con la premisa de estimular la inversión privada y la "racionalización del Estado".

Una de sus tareas será la reestructuración de contratos de los servicios públicos y la eliminación gradual de subsidios a la energía. 

El ex gerente de firmas entiende que los subsidios a la oferta (las empresas) distorsionan la señal de precios que el mercado necesita para realizar el cálculo económico necesario para invertir, crecer y lograr un sistema energético eficiente.

Según lo dijo durante la campaña, Milei avanzaría en la eliminación de los subsidios a la oferta e implementaría nuevos esquemas tarifarios. A priori, a los subsidios domiciliarios los mantendría pero para aquellas familias que lo requieran. 

En cuanto a los hidrocarburos, la idea es permitir que los aumentos del precio interno (suba de precios en el surtidor) achiquen la brecha con el precio de exportación, haciendo una transición con medidas que estabilizan la macroeconomía o un "sendero de precios" y la creación de un fondo de estabilización para neutralizar la volatilidad de precios.