El Ministerio del Interior británico comenzó a trabajar en aumentar su capacidad de deportación de inmigrantes, en respuesta a la reciente aprobación en la Cámara de los Comunes de un nuevo acuerdo presentado por el Gobierno de ese país para controlar el cruce de inmigrantes en el Canal de La Mancha y enviarlos a Ruanda.

Según informaron los principales medios británicos, el organismo alquiló un hangar para entrenar a los funcionarios para la deportación forzada de inmigrantes.

El miércoles el primer ministro británico, Rishi Sunak, logró superar una rebelión dentro de su propio Partido Conservador después de que su proyecto de ley para deportar a inmigrantes sin papeles a Ruanda fuera aprobado en el Parlamento.

"Tengo un plan para detener los barcos y está funcionando", señaló el primer ministro

Este proyecto de ley había provocado la renuncia de dos importantes miembros del Partido Conservador antes de la votación.

X de Rishi Sunak

La propuesta del Gobierno busca enviar a los solicitantes de asilo que cruzan el Canal de la Mancha para llegar al Reino Unido a Ruanda como parte de sus esfuerzos para reducir la inmigración.

Cabe recordar que esta iniciativa había sido previamente rechazada en noviembre por la Corte Suprema, pero Sunak presentó un nuevo proyecto que finalmente obtuvo el respaldo de los legisladores, con 320 votos a favor y 276 en contra, por lo que ahora pasará a la Cámara de los Lores para un segundo examen.

El debate se da un contexto en el que las cifras de cruces irregulares del Canal de la Mancha aumentaron drásticamente, hasta 45.755 casos en 2022, un incremento significativo desde los 299 casos registrados en 2018.

Efecto "pos pandemia"

El Gobierno británico aumentó gradualmente el número de deportaciones después de una disminución durante la pandemia de Covid-19 y como resultado de un nuevo acuerdo de retorno con Albania.

Hasta marzo de 2023, el Reino Unido deportó forzosamente a 4.193 personas, casi un tercio más que en los 12 meses anteriores.

Sunak colocó el plan de deportar a solicitantes de asilo a Ruanda en el centro de su estrategia para detener la llegada de pequeñas embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha.

El primer ministro enfatizó en la importancia de esta medida como un disuasivo para quienes intentan ingresar ilegalmente al país y expresó su determinación en llevarla a cabo.