Israel bombardeó hoy más de 100 objetivos en la Franja de Gaza, incluyendo campamentos de refugiados palestinos en el centro de la región, en aparente preparación para expandir su ofensiva terrestre a un tercer sector del territorio gobernado por el movimiento islamista Hamas.

La apertura potencial de otra zona de combates llega luego de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometiera intensificar todavía más los combates contra Hamas y ampliar la ofensiva hasta "desmilitarizar" y "desradicalizar" el enclave palestino.

Desde hace semanas, las fuerzas israelíes libran intensos enfrentamientos urbanos en el norte de Gaza y en la sureña ciudad de Khan Yunis, lo que ha empujado a decenas de miles de desplazados palestinos a rincones cada vez más pequeños del territorio en busca de refugio.

A pesar de presión internacional para que se declare un alto el fuego y de llamados de Estados Unidos a reducir las víctimas civiles palestinas, Netanyahu advirtió ayer que la lucha “no está ni cerca de terminar”.

“Hamas debe ser destruido, Gaza debe ser desmilitarizada y la sociedad palestina debe ser desradicalizada. Estos son los tres requisitos para la paz entre Israel y sus vecinos palestinos en Gaza”

Mientras tanto, el conflicto continuó su derrame por Medio Oriente, donde milicias islamistas aliadas de Hamas han lanzado decenas de ataques contra objetivos de Estados Unidos e Israel en o desde Siria, Irak, Líbano y Yemen, incluyendo contra barcos en el mar Rojo.

Un ataque aéreo israelí mató ayer en Siria a un general iraní, lo que hoy provocó promesas de venganza de Irán contra Israel, mientras que aviones estadounidenses bombardearon hoy a milicias proiraníes en Irak tras un ataque con drones que hirió a tres soldados estadounidenses.

La ofensiva de Israel ha sido una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente. Más de 20.600 palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, han muerto, según el Ministerio de Salud de Gaza.