Manteca: Sabores caseros en el corazón de Palermo

La travesía culinaria de Manteca comienza con los hermanos Fernando y Felipe Álvarez de Toledo, oriundos de Tandil. A los 17 años, tomaron la decisión de trasladarse a Buenos Aires. Esta nueva etapa en la gran ciudad implicó un cambio significativo en sus vidas: vivir lejos de casa y afrontar la responsabilidad de ser autosuficientes.

Con el correr del tiempo, la necesidad de cocinar por sí mismos se convirtió en una oportunidad para explorar y aprender. Experimentaron con recetas cada vez más complejas, partiendo desde platos básicos hasta creaciones más elaboradas. 

Las comidas compartidas con amigos y familiares se convirtieron en verdaderas sesiones gastronómicas donde probaban sus creaciones, creando menús sofisticados y deleitando a sus comensales con sabores exquisitos. 

Fue así como descubrieron el gusto por la gastronomía y su potencial para unir a las personas en torno a la mesa.

Manteca: Sabores caseros en el corazón de Palermo

Estos momentos culinarios no solo les permitieron compartir con amigos y familiares, sino también afinar sus habilidades culinarias. La práctica y la experimentación en la cocina se convirtieron en su pasión y en el núcleo de Manteca, un restaurante que abrió sus puertas en febrero de 2021 en el corazón de Palermo.

El nombre "Manteca" surgió de la particularidad de Fernando de agregar manteca a casi todos sus platos, una pasión culinaria que terminó definiendo el nombre del restaurante. 

Aprovechando el momento de la pandemia, decidieron emprender este sueño gastronómico.

La carta de Manteca es un reflejo de sus experiencias culinarias: una combinación de platos heredados, creaciones propias y recetas elaboradas con amigos. Si bien la mayoría de los platos se mantienen durante todo el año, algunos varían según la estación. Entre los favoritos de la casa se encuentran los ñoquis de sémola, el beef Wellington, las gambas al ajillo y el arroz negro.

Manteca: Sabores caseros en el corazón de Palermo

Una visita a Manteca revela un festín de sabores, desde mollejas crocantes hasta risotto de tres hongos, pasando por las vieiras gratinadas y el pulpo. La atención personalizada y la amabilidad del personal son un punto a destacar en esta experiencia culinaria, convirtiendo a Manteca en un espacio perfecto para compartir momentos con amigos o tener una velada romántica.

La historia detrás de Manteca es la historia de dos hermanos que, desde su experiencia de aprendizaje y exploración culinaria, han logrado crear este espacio gastronómico único que invita a probar sabores caseros con un toque innovador.

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