El día del Pensamiento Nacional, junto al Día de la Tradición - La segunda de José Hernández y la primera de Arturo Jauretche - son las únicas fechas en nuestras efemérides que conmemoran un nacimiento.

Cumpleaños feliz a Don Arturo. Atravesada su vida por mil adversidades, el camino de este patriota nacido en Lincoln, provincia de Buenos Aires, en 1901 aún deja huella.

Ya el peruano José Carlos Mariátegui se preguntó, casi cien años atrás, si existía un pensamiento hispanoamericano. Afirmó que “El espíritu hispano americano está en elaboración” y que faltaba aún un debate para diferenciarnos del eurocentrismo. Tuvo claro, si, oponerse al panamericanismo como forma cultural del “capital yanqui”. Confió, sin embargo, en el empuje de diversos grupos políticos americanos, en particular en el argentino reformista.

Jauretche fue uno de los promotores de pensar nuestro continente, la Patria Grande, como forma de pensar la Argentina, de cara a un modelo industrialista, pleno de derechos.

Quizás esos jóvenes universitarios de la Reforma de 1918 que se sumaron a las huestes forjistas tuvieran la clave. La clave de una episteme de la periférica, al decir de Fermín Chávez: un pensamiento nacional.

Jauretche fue uno de dichos promotores, en tanto pensar nuestro continente, la Patria Grande, como forma de pensar la Argentina, de cara a un modelo industrialista, pleno de derechos.

Baqueano de nuevos caminos

Baqueano de nuevos caminos en la comunicación, sociólogo a bozal y lazo – como él se autodefinió -, su impronta crece al descubrirse nuevas formas de colonización y dependencia.

Sea en su apoyo a Yrigoyen, su pelea con FORJA, su adhesión al peronismo, su colaboración con el desarrollismo y su firme lucha las dictaduras (las militares y las culturales-mediáticas) es un eterno símbolo de militancia.

Señaló los males del país en cuanto su dependencia económica en manos de Gran Bretaña y de sus aliados locales, sustentado en la producción de sentido de la superestructura cultural que nos agobia con el sostenimiento de premisas falsas.

Las categorías encorsetan y restringen: aprisionan. Sea en publicaciones en papel como en los actuales comentarios de las redes, que con el mote de “basado” dan crédito a cualquier burrada, generalmente para denostar al peronismo y al actual gobierno, a título de expresar sus “zonceras” libertarias.

Sentenció desde su Manual de Zonceras Argentinas en 1968: “Pero ¿cómo corregir al tilingo que es fruto buscado de una formación mental a base de zonceras peyorativas que, con el respaldo de próceres al caso, ha afirmado nuestra inferioridad como punto de partida inseparable de su civilización?”

Escuchar burradas

Lamentablemente, esto tiene validez. Basta con leer las burradas de un candidato presidencial libertario y la runfla que lo acompaña de seres desangelados, ñoquis de la vida, que arremete contra el Libertador San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón, Alfonsín y el Papa Francisco, todos los referentes del campo nacional y popular.

“¿Cómo corregir al tilingo que es fruto buscado de una formación mental a base de zonceras peyorativas que, con el respaldo de próceres al caso, ha afirmado nuestra inferioridad como punto de partida inseparable de su civilización?”

El diputado, días atrás, estuvo gritando en un acto en Caseros, junto a las candidatas de su espacio, que “Rosas es un tirano”, y luego a la noche, en un programa de La Nación + (grabado, guionado y editado: ¡cero improvisaciones!) que: "Urquiza volvió a derrotar a Rosas (sic)... le dio luz verde a Alberdi para la Constitución Nacional y en 1860, cuando se anexa Bs. As. (sic) inicia la reconstrucción de Argentina, y en 35 años, de ser un país de bárbaros nos convertimos en 1° potencia mundial" (Milei dixit).

Cuando uno creía que ciertos conceptos estaban perimidos y superados, el genuino sentir antipopular de cierto sector dirigente, que pretendían combatir a la casta, nos trae a la dura realidad.

La lucha continua, y cada vez es (y será) más ardua, con el “gatito mimoso” de las corporaciones y su compañera de fórmula negacionista.

Por suerte, en la actualidad, somos muchos y muchas que nos replanteamos la historia, para construir un presente y cimentar un futuro para todos, de unión por la patria.

Jauretche da pelea. En sus textos, en su legado y en su ejemplo. ¡Y combate alegremente, como combaten los pueblos con futuro!

¡Feliz cumpleaños Arturo!