El escándalo en que está sumergido el club Boca Juniors desde hace semanas tuvo hoy un nuevo capítulo: la jueza civil Analía Romero, quien había sido designada en reemplazo de la magistrada anterior, Débora Abrevaya, se excusó luego que se conociera que era socia activa de la institución desde hace varios años.

“Considero prudente excusarme de entender en el presente proceso, a fin de preservar la debida administración de justicia”, escribió en su resolución la segunda jueza que debe dimitir en lo que ya se conoce como “causa Boca”. 

Como se recordará, Romero fue quien debió reemplazar a Abrevaya luego de que ésta fuera recusada por el oficialismo -cuya cara visible es Juan Román Riquelme-, a raíz de ciertas irregularidades en su accionar, motivo por el que –a pedido de la oposición comandada por Mauricio Macri- se suspendieron las elecciones en el club, previstas para el domingo pasado. 

Ahora, será la Cámara Civil quien deberá definir si confirma o no la suspensión de los comicios por supuestas irregularidades en los padrones y qué juez interviene; mientras tanto, el caso pasará por sorteo a otro magistrado al menos en forma temporal.

Mientras tanto, la primera jueza del caso, Débora Abrevaya, realizó una denuncia por amenazas de muerte en un fuero penal, luego de que recibiera a través de redes sociales mensajes con imágenes de una pistola, un ataúd y la imagen de sus hijas; una situación que derivó en custodia personal para la magistrada.

Viejos conocidos

Casualidad o no, la jueza Analía Romero, quien hoy se excusó de la causa, se hizo socia de Boca Juniors en 2013 sin haber estado el tiempo suficiente en condición de “socia adherente” como lo requiere el estatuto, curiosamente cuando el presidente no era otro que Daniel Angelici, otrora “delfín” político del ex presiente Macri, quien ahora está pugnando por volver a conducir los destinos del club de La Ribera.