El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, señaló hoy que comenzaron a llegar los telegramas de despido en el sector. Poco más de 24 horas después de que el presidente electo Javier Milei anticipara que el Estado se retirará de la gestión de la obra pública. “Sin la inversión del estado corren riesgo más de 300.000 puestos de trabajo”, adelantó.

Guillermo Ferraro, designado como ministro de Infraestructura del gobierno de Milei, se reunirá con el equipo de transición del Ministerio de Economía

Cabe recordar que Milei ratificó que durante su gobierno no habrá plata para la obra pública y que el modelo que busca instrumentar es la de una concertación público - privada a la chilena. Sin embargo, el esquema está vigente hace 40 años, por lo cual el sector advierte que un corte abrupto tendría efectos muy graves. “Hay preocupación ante estos anuncios”, señalan. 

Más allá de las fuentes de trabajo directas, también hay que anotarle las fuentes indirectas, que según las estimaciones afectarían a otras 600.000 en todo el país. El miércoles, los gobernadores de Juntos por el Cambio se reunieron para confirmar su apoyo a la institucionalidad, aunque también reclamaron la continuidad de las obras impulsadas por la Nación.

¿Quién lo usa?

"Cuando hago un gasoducto con el presupuesto nacional ni ustedes, ni yo, ni nadie que pagamos impuestos usamos ese gasoducto", manifestó Guillermo Ferraro, futuro ministro de Infraestructura, en una entrevista con La Nación +.

"Si no lo usamos y lo estamos pagando con nuestros impuestos, no resulta lógico. Por supuesto es más fácil para un funcionario pelear una partida que ejecutar una obra pública desde el presupuesto nacional. Es mucho más sencillo, pero donde hay una demanda, indudablemente hay un usuario interesado y una oportunidad de inversión", aseveró.