“Estamos llegando al punto del autismo absoluto de este personaje que tiene características psiquiátricas. Es un personaje siniestro para la historia política de los argentinos. Imagínate que el Congreso debería de inmediato emitir un repudio al presidente; debería ser casi de perogrullo y automático”.

Esas definiciones le pertenecen a Santiago Cúneo, quien fue entrevistado por Canal Extra. El periodista trató de descifrar los distintos estadios de personalidad por los que atraviesa el presidente y para definirlo trajo una figura del Imperio Romano.  

En relación a sus dichos, sobre que el Congreso debiera repudiar las declaraciones del presidente, Cúneo señalo que esto no sucede simplemente porque “todos saben que la debilidad institucional que sufre la Argentina es profunda” y que, si el Congreso se pronunciara como debe ante las afrentas del presidente, sería “llevar a la Argentina al abismo”.

“La realidad es que esto está terminado y todos se dan cuenta que el uso intensivo de los canales y los medios acólitos al gobierno, en la figura del propio presidente y el impresentable ladrón (sic) de Caputo, lo que dejan abiertas son las circunstancias de una caída inevitable, pero precipitada, que nadie quiere; porque todos sabemos lo que significa en la Argentina la crisis incontenible de la anarquía”, exclamó.

“Está en un estado mesiánico. Ha pasado de la etapa de sentirse el mesías del pueblo judío a sentirse un profesor dando cátedra a un grupo de estudiantes rebeldes que no aceptamos sus teorías y no las entendemos”.

En ese sentido continuó: “Hoy no hay figuras de reemplazo y no hay organización política que pueda contener esta situación, pero que evidentemente es buscada”. Luego, Cúneo, fiel a su estilo, buscó diagnosticar el estadio emocional que atraviesa el presidente: “Está en un estado mesiánico. Ha pasado de la etapa de sentirse el mesías del pueblo judío a sentirse un profesor dando cátedra a un grupo de estudiantes rebeldes que no aceptamos sus teorías y no las entendemos”.

Finalmente, culminó su análisis señalando que “lo más parecido a este personaje sería históricamente la figura de un Calígula, un loco morboso que creía que había traidores por todos lados”. Para luego recordar que Milei incluso “lo ha llamado traidor a López Murphy. Con lo cual, si ya ve traidores en la fila del liberalismo, estamos en el final del ciclo precipitado que nos deja en una situación de desconsuelo absoluto a los argentinos, porque el escenario que plantea es de violencia y por lo general el que a hierro mata, a hierro muere”, concluyó.