Macri le compró a Francia aviones obsoletos que se sabía que no volaban y que no volarán
Una adquisición ruinosa de aviones chatarra. Se pagaron 12,5 millones de euros durante el gobierno de Macri, y la compra lleva la firma de Aguad y Marcos Peña. Una filtración del teléfono de Dujovne demuestra que se trató de un negociado en el que Francia extorsionó a la Argentina.
Trece de septiembre de 2017. Celular de Nicolás Dujovne, por aquel entonces, ministro plenipotenciario de Economía del gobierno de Macri.
Quien le escribe es Ariel Sigal, que ocupaba un cargo estratégico en Hacienda. Uno de los tantos economistas amigos de "Nico" con paso por el JP Morgan y el Deutsche Bank. Pero atención a lo que le advierte.
"Nico. Hablé con Scaglione. Lo llamó el embajador francés en "duros términos".
Marcelo Scaglione era el representante de Argentina ante la OCDE, el tipo que Macri había puesto para que se lograra que, de una buena vez, ese organismo aceptara a la Argentina como miembro.
Esto cuenta Sigal: "Aparentemente, el Estado Argentino canceló la compra de cuatro aviones que se estaban negociando estado a estado... El canciller francés era ministro de Defensa, y es de la zona de Bretagna, donde se fabrica esto, además de ser un aliado importante de Macron del lado del Partido Socialista".
Cómo armaron el negocio
Desde el 10 de marzo de ese año, 2017, autoridades argentinas y francesas venían negociando un Arreglo Técnico relativo a la "Transferencia de aviones Super Etendard Modernizados a favor de la Armada Argentina".
Se trataba de un convenio logrado entre los ministerios de Defensa de ambos países, y que había involucrado también a la Embajada de Francia en Argentina. ¿El objeto? La venta por parte de Francia de cinco aviones de guerra usados, acompañados de "documentación de seguimiento técnico, piezas de recambio, bancos de prueba, valijas de prueba, equipos de misión, herramientas y un simulador". Pero además de todo eso, había un detalle extra que se detalla más adelante.
El negocio se rubricaría el 18 de diciembre de 2017, a cambio de 12,5 millones de Euros. Todo en orden, salvo por el detalle de que resultaría absolutamente ruinoso para Argentina.
Pero sigamos con el chat en el teléfono de Dujovne. Recordemos que el que le escribe es un funcionario de su propia área.
Si se lee con detalle en la captura que publicamos arriba, se puede ver que Sigal continúa: "El canciller tal vez llame a Faurie y tu par, a vos". Se refiere al canciller de Francia Jean-Yves Le Drian, quien antes había sido ministro de Defensa.
Y deja esta advertencia: "El embajador mencionó que esto podría afectar la posición de Francia en la OCDE". O sea, amenazaban con tomar represalias con nuestro país si no avanzábamos con esta compra de aviones. "Con esta data, parece más presión comercial que algo que hicimos mal", concluye Sigal.
Entonces ahí entra en juego Dujovne, que le responde: "Sí, vamos a licitar. En vez de compra directa. Están mal ellos. No corresponde la presión", dice.
Conforme con la respuesta, Sigal se ofrece a decirle a Scaglione "que no haga nada ni hable con nadie. Presionan por donde pueden y es lógico entrar por él".
El peor acuerdo
Hasta ahí, todo parece estar en orden. El problema es que por más corrección que haya tenido la respuesta de Dujovne en ese chat, el acuerdo se firmó igual y se ejecutó atravesando todas las vías administrativas.
Esto implica que la compra fue autorizada a través de la Decisión Administrativa 962/2018 que firmaron Marcos Peña y Oscar Aguad. Sí, Dujovne parece haber logrado al menos que su firma no aparezca en algo que sabía era delictivo.
Los cinco aviones se compraron y se pagaron cash, transfiriendo los 12,5 millones de euros a la cuenta del Banque de France - Paris Banque Centrale, según consignaba el contrato.
Fueron embarcados a finales de marzo de 2019 en la Base d'Aéronautique Navale de Landivisiau, en la Bretaña Francesa, tierra del canciller galo, según advertía Sigal en el chat con Dujovne. Y llegaron a estas tierras en marzo del mismo año.
Así era presentada la noticia por el canal TN.
Sería interesante, si no fuera por un pequeño detalle. Jamás ninguno de esos cinco aviones logró volar. Ni un solo minuto.
¿Falló algo? ¿Sorpresa? ¿Los franceses nos estafaron?
Da la sensación de que no hubo estafa. Lamentablemente estos aviones no eran otra cosa que chatarra. Y quienes lo compraron lo sabían. Cómo habrán sido de chatarra que en el propio contrato que firmaron los gobiernos de ambos países, aparecía con absoluta transparencia esta aclaración:
Está claro. Compramos aviones obsoletos, que fueron desafectados de la Marina Nacional Francesa, y que fueron enviados sabiendo y aclarando que no estaban en condiciones de volar. ¡Y se los compramos!
Repasamos lo que dice el contrato, por las dudas no quede claro:
“Este arreglo técnico tiene por objeto detallar las condiciones de venta por la Parte francesa a la Parte argentina, de CINCO aeronaves Super Etendard Modernizados de la Marina Nacional Francesa, las cuales NO ESTÁN EN CONDICIONES DE VUELO”.
El contrato se extiende 21 páginas, y está suscripto en ambos idiomas, por lo cual ninguno de los funcionarios del gobierno de Cambiemos podría alegar que no dominaba muy bien el idioma extranjero.
Y para que no quedara dudas, el punto 2.2 del contrato dice con claridad: "Los materiales citados en este artículo y que se detallan en el anexo 1 del presente Arreglo, son transferidos EN EL ESTADO EN QUE SE ENCUENTRAN".
Lo cierto es que estos aviones de 12,5 millones de euro sencillamente no pueden volar es que llegaron con elementos vencidos. Entre otras cosas, el problema está en los cartuchos eyectores de los asientos de los pilotos. Esto significa que, ante un inconveniente, un piloto de la Marina no podría eyectarse. Y lamentablemente esos repuestos ya no se consiguen.
Las autoridades del Ministerio de Defensa del actual gobierno le pidieron a sus pares de Francia que hicieran gestiones para conseguir los asientos eyectables y otras piezas clave de las aeronaves, aquellas que no se pueden adquirir. La respuesta, según consignó el portal Data Urgente en esta nota, fue una carta del titular de Desarrollo Internacional de la Dirección de Armamento de esa cartera francesa, Gael Díaz De Tuesta, en la que lamentablemente señaló: “Se nos pidió un esfuerzo para encontrar la solución para que los aviones estén en condiciones de volar. Desafortunadamente y después de haber evaluado todas las posibilidades, lamento informarle que no fue posible cumplir con ese objetivo”.
Actualmente, los aviones están arrumbados en la base naval Comandante Espora, en la provincia de Buenos Aires, a cargo de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de la Aviación Naval de la Armada Argentina.
Sólo se les está haciendo mantenimiento preventivo a algunas de sus partes, pero el "reloj mecánico" corre, y todo parece indicar que estos cinco aviones que tanto le preocupaban al canciller francés, y que logró enchufárselos a Marcos Peña a Dujovne y a Aguad, jamás surcarán los cielos argentinos.
¿Quién se habrá quedado con los beneficios de semejante operación? No cuesta demasiado imaginárselo. Y parece que esos sí que vuelan.