El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Carlos Castagneto, adelantó hoy que el Gobierno Nacional enviará un proyecto de ley al Congreso para crear un impuesto mínimo para multinacionales del 15%, apuntando a minimizar las maniobras para evitar el pago que corresponde del Impuesto a las Ganancias y situándose en línea con el marco impositivo acordado en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“En la OCDE se acordó el Pilar 2 que se está aplicando obligatoriamente en todos los países a las grandes empresas multinacionales. Vamos a enviar un proyecto de ley y va a ir en una separata al proyecto de Presupuesto. Será una percepción o anticipo del 15%”, afirmó Castagneto en diálogo con la prensa.

“En la OCDE se acordó el Pilar 2 que se está aplicando obligatoriamente en todos los países a las grandes empresas multinacionales. Vamos a enviar un proyecto de ley y va a ir en una separata al proyecto de Presupuesto", dijo Castagneto.

El funcionario señaló que, a través de las autorizaciones de quebrantos, las grandes empresas y multinacionales “pagan muy poco” en concepto de Impuesto a las Ganancias.

Recientemente, el titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), Guillermo Michel, indicó que “la tasa efectiva que pagan sobre las ventas es del 2,44%” porque “aplican ajustes por inflación y quebrantos de manera incorrecta, y esa tarea de fiscalización es muy compleja porque requiere mirar empresa por empresa”.

“La tasa efectiva que pagan sobre las ventas es del 2,44%” porque “aplican ajustes por inflación y quebrantos de manera incorrecta", explicó Michel.

“Con este Pilar 2, lo que hacemos es poner un 15% para que paguen si o si y luego queda igual o pagarán algo más. En caso de que no les dé el 15%, lo que dice la OCDE es que la casa matriz le tiene que dar el resto (a la filial) para compensar”, sostuvo Castagneto.

Es decir que en ningún caso se contempla un saldo a favor de las empresas en caso de quebrantos.

La iniciativa de la OCDE –apoyada por 138 países- busca establecer un impuesto mínimo global de 15% en cada jurisdicción en las que operan las multinacionales, lo cual se calcula que permitiría una recaudación adicional en el mundo de US$220.000 millones.